Hoy me desperté analizando la grandeza de Dios. Él va conmigo, a donde quiera que vaya, su presencia es tan real que no me puedo ocultar, el ve lo que hago, él sabe lo que siento, el conoce mis pensamientos más profundos, mis aciertos y mis desaciertos, mis equivocaciones y mis victorias, mis malos deseos y los anhelos de mi corazón. Con Dios no hay máscaras, no hay fachadas, él lo sabe TODO.
Soy tan imperfecta y aun así el me ama profunda e incondicionalmente, soy valiosa para Él, soy su tesoro más preciado, sin merecerlo me bendice diariamente, me premia con el gozo con el que sonrío, me colma de la paz que sobrepasa todo entendimiento, me rodea con la fortaleza para vencer mis temores y me cruza con personas maravillosas que iluminan mi vida.
Imposible no hablar de su gran amor, hacia Él solo gratitud. Definitivamente, aunque tengo los pies inmóviles e intento huir de su presencia, simplemente no me puedo alejar de su inmensa manera de amar y mi corazón late más fuerte por Él.
Aún sabiendo lo débil que soy me repite a mi corazón, que es su gracia la que me hace ser adorador. By EMVL
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